Nahuel Castro, cuando el esfuerzo total es una victoria completa

El defensor de Estudiantil, convocado a la selección Sub 19 de Hockey sobre Patines, cuenta en esta nota, su historia de vida y sacrificio que lo traía de Jáchal a la Capital para jugar en su club. 

La vida no solo está concebida de hechos reales, sino también, de una gran cantidad de situaciones que se dan y que terminan generando esos hechos. Por ejemplo, el esfuerzo, las ganas de superación, ganas de crecer o de llegar hacia un objetivo determinado. Y cuando esas cuestiones generan entornos tan particulares como  la división de la familia en el sentido que papá, termina viviendo en lugar donde tiene el trabajo y mamá e hijo en otro, hablamos de un tremendo sacrificio, dejando de lado el amor de la pareja en pos de un objetivo: el crecimiento deportivo y humano del hijo.

 

Estas cosas existen porque los padres dan la vida por sus hijos, pero no por eso se tiene que desmerecer el enorme renunciamiento que realizan papa Darío y mamá Eliana, de separarse, por su pequeño.

 

Esta introducción es para presentar la historia de vida de un pequeño jachallero que debió dejar su tierra natal para ir a buscar lo que era su pasión, el deporte. Nahuel Castro, convocado a la selección nacional Sub 19, para disputar el campeonato mundial de Hockey sobre Patines, en Barcelona, España, a fines de este mes.

 

El “Nanu” para sus amigos, nacido el 14 de octubre del 2001, ya parece haber agotado el “cupo” de sacrificio y entrega por una premisa. Viajar tres veces por semana durante años desde Jachal a la Capital para entrenar, quedarse el fin de semana, jugar los sábados es demasiado para un pequeño que recién estaba naciendo a la vida.

 

“Empecé hockey porque tenía un problema en las rodillas y les dijeron a mis papás que ese deporte me iba a ayudar mucho para mejorar y caminar. Así di mis primeros pasos en hockey del club Racing”, expresó el Nanu, con emoción al recordar sus “movimientos iniciales en la pista”.

 

“Hice Promo y Pre mini en Jáchal, luego comencé una gran amistad con el Mati Bridge que me comentó la posibilidad de jugar en Estudiantil. (Daniel) Martinazzo habló con mis papás y decidieron que juegue en mi actual club” dijo.

 

 

Haciendo gala de que las metas, son el camino hacia los sueños, y nada se logra sin disciplina y firmeza, Nahuel Castro recordó que “esos primeros años fueron muy sacrificados y duros, porque teníamos que viajar todo el tiempo con Nahuel Pereyra, tres veces por semana y nos quedábamos para jugar los sábados” explicó.

 

“Lo primero que se me vino a la cabeza cuando me informaron de la convocatoria fue el sacrificio de mis padres, la verdad que es algo maravilloso lo que hicieron para que yo pueda jugar en la ciudad y para mantenernos. Fue enorme, algo muy grande” expresó el juvenil de Estudiantil que vestirá por primera vez, en un mundial, la camiseta de la selección nacional.

 

Si bien Castro esperaba integrar la selección Sub 20, como todos los pibes de su categoría, fue toda una sorpresa cuando le avisaron que sería Sub 19. “Yo  quería quedar en la selección sub 20, estaba entrenando duro para, al menos, estar entre los pre seleccionados. Luego nos avisaron que sería Sub 19 y, por suerte quedamos” dijo Nahuel, que cursó en la escuela General San Martín de Jáchal sus estudios primarios

 

“Mi sueño es irme a jugar en Europa, desde muy chico lo pensé, y jugar en los grandes equipos de allí, de Italia, España y Portugal. Sería bastante lindo poder estar en el Sporting, el Porto o el Benfica de Portugal o en Barcelona, Liceo o Reus de España”, expresó.

 

En cuanto a la selección, Nahuel está decidido a animarse a más, como le solicitó su entrenador, Juan Manuel Garcés. “Me pidió que trate de generar un poco de juego, que intente controlar los tiempos del equipo, cuando acelerar o cuando disminuir la velocidad. Me dijo que al ser defensor centro, soy quien debe manejar esos tiempos, lo que venimos hablando también es que me anime más al ataque, estamos implementando eso” dijo

 

 

Lo bueno, que la armonía del equipo es palpable y es uno de motivos que genera más confianza para el joven deportista jachallero, que tiene como sus ídolos del deporte a Carlos López y David Paez“La unión del grupo es lo principal. El equipo es muy fuerte de cabeza, somos un plantel bastante unido, siempre vamos a tirar para el mismo objetivo, todos tenemos ganas de conseguir un título mundial. Considero que nuestro juego es ofensivo, nos gusta atacar mucho” contó.

 

Nahuel Castro no solo juega un buen hockey. Sino que, en paralelo, como lo hace en la cancha, parece hacerlo también en la escuela Normal San Martín donde cursa su último año de secundaria. Logró el honor de integrar el cuerpo de bandera de esa escuela,  primer escolta de la bandera nacional. Y eso es, seguramente, para sus padres, un regalo del cielo. Es el premio de Nahuel por los años de sacrificados viajes desde Jáchal a la Capital.

 

Es una buena historia para contar. Es un cabal ejemplo de que las cosas se dan cuando se pone ganas, pero sobre todo entrega y dedicación. Nahuel puso todo en el hockey y está en la selección. No le esquivó al estudio y es el primer escolta de la bandera nacional. Una linda historia que deberían conocer muchos pibes de su edad, porque las cosas buenas hay que contarlas.

 

Y lo sabe el, sus padres y toda su familia. También lo sabe su abuelo materno, Carlos, que falleció el 27 de abril pasado en la ciudad del norte. Antes de cada partido, Carlos recibe en el cielo la súplica de ayuda de su nieto.  Y el abuelo responde, como respondió siempre. Porque Nahuel está en la selección gracias a Carlos que desde allá lejos lo sigue ayudando.

 

 

Esto es asi porque entre Nahuel y Carlos hay una luz encendida, que no se puede apagar, aunque se apague la vida.